Este jueves os presentamos unas ricas sardinillas en aceite de oliva de El Menu, empresa situada en Vinaros (Castellón). Produce principalmente anchoas y sardinillas. Es una empresa familiar que piensa en los clientes, los trabajadores, los proveedores y en sus accionistas familiares con el objetivo de conseguir un proceso productivo con una calidad total.
Alrededor de esta lata os queríamos contar nuestro fin de semana cultural, gastronómico y relajante por la Hoya de Huesca, nuestro viaje cultural comienza por el Castillo de Loarre, monumento románico imponente y muy difícil de atisbar hasta que se llega a sus cercanías ya que se encuentra totalmente mimetizado con todo el paisaje y entorno que le rodea. Realizamos una visita guiada muy interesante que comienza con un audiovisual donde se nos explica las tres funciones que tuvo el castillo desde su construcción, la defensiva, monasterio y hospedaje.
Durante la visita vamos recorriendo sus estancias bastante bien conservadas algunas de ellas, su iglesia, la zona de dormitorios, bodega, salas de reuniones y torres, etc. todo un recuerdo de aquellos siglos y de la forma de vivir de aquellos hombres.
Durante la visita vamos recorriendo sus estancias bastante bien conservadas algunas de ellas, su iglesia, la zona de dormitorios, bodega, salas de reuniones y torres, etc. todo un recuerdo de aquellos siglos y de la forma de vivir de aquellos hombres.
La visita continua por Bolea y su Colegiata, llegamos demasiado justos de tiempo y ya han cerrado su visita, pero por esta vez nos conformamos con admirarla en su fachada tras subir hasta ella por una muy empinada cuesta, contemplamos su majestuosidad y las maravillosas vistas que tenemos desde donde esta ubicada. Volveremos pronto para poder admirar su interior del que tanto nos han hablado.
Bueno llego la hora de comer y nos quedamos en Bolea en Casa Rufino todo un acierto, un estupendo menú para dos personas con una estupenda ensalada, un rissoto de setas con chipirón que estaba maravilloso y un chuletón con guarnición de una magnífica carne. El lugar acogedor y tranquilo, el servicio y la cocina muy buenos y el precio nos pareció muy apropiado. Disponían también de un menú del día y de un menú degustación de setas que tenían muy buena pinta. Un sitio totalmente recomendable y al que volveremos.
Partimos después de comer a nuestro alojamiento, el Hotel Aguas de los Mayos situado en Murillo de Gallego donde después de descansar un rato nos fuimos a relajar a su spa muy completo que nos llevo a la calma total para nuestro cuerpo y nuestra mente. La habitación abuhardillada muy amplia con todos los servicios de un buen hotel de cuatro estrellas. Cenamos en su restaurante un estupendo menú, ensalada de gulas y gambas, espárragos trigueros con salmón y salsa tártara y confit de pato con puré y salsa de arándanos, un buen vino tinto del Somontano, una excelente cena en un bonito comedor del cual descubriríamos las maravillosas vistas a los Mallos de Riglos en el desayuno del día siguiente.
Damos una nota muy alta a este hotel, por su situación, entorno, buenas habitaciones, tranquilidad, spa magnífico con vistas espectaculares durante el día, personal muy profesional y atento, buena gastronomía y un buen precio.
Damos una nota muy alta a este hotel, por su situación, entorno, buenas habitaciones, tranquilidad, spa magnífico con vistas espectaculares durante el día, personal muy profesional y atento, buena gastronomía y un buen precio.
El domingo aun nos quedaban muchos lugares por visitar y nos pusimos en marcha para acercarnos primero a los Mallos de Agüero, que no conocíamos y nos dejaron impresionados, la carretera de aproximación nos regaló con unos muy bonitos paisajes de otoño. Bajamos de Agüero y nos acercamos a Riglos y a sus majestuosos Mallos, vimos escaladores ya colgados de sus paredes, verdaderamente impresionantes y que nos hacen sentirnos pequeños en este mundo de roca.
Vamos ya de vuelta hacia Huesca y hacemos la obligatoria parada en Ayerbe, a estirar las piernas, admirar sus edificios señoriales, la compra de un empanadico y pan de leña y la visita y compras en una de las tiendas mas famosas especializada en setas, continuamos nuestro caminos a Huesca, y ya divisamos el CDAN (Centro de Arte y Naturaleza - Fundación Beulas) nuestra próxima parada.
De momento a nuestra llegada nos impresiona el edificio, obra del arquitecto Rafael Moneo, se identifica perfectamente con el entorno, cuando realizamos la visita a su interior, comprobamos que cumple perfectamente con el uso e identifica perfectamente a su proyectista, un interior verdaderamente espectacular con un volumen ondulado que cumple a la perfección la actividad para el que ha sido diseñado.
El entorno exterior es agradable e invita al paseo , lo malo es que el tiempo no nos acompañaba
Después de unas excelentes explicaciones de su personal, realizamos una rápida visita a una pequeña parte de su fondo permanente y a una exposición de arte concreto, estuvimos viendo dos audiovisuales y dimos la visita por concluida por esta ocasión, para trasladarnos a Huesca y tomarnos unas tapas pues llegaba la hora del almuerzo.
Paseamos por el tubo de Huesca hasta llegar al Bar Da Vinci donde nos sentamos y tapeamos de lo lindo, unas tapas y raciones excelentes con unas cañas bien tiradas. Servicio rápido, buen producto y precio ajustado.
Termina nuestro fin de semana después de dar un buen paseo por el centro de Huesca, tomando un café en la Granja Anita, un icono de las cafeterías y gastronomía de Huesca, leemos la prensa del día y nos preparamos para volver a casa.
De momento a nuestra llegada nos impresiona el edificio, obra del arquitecto Rafael Moneo, se identifica perfectamente con el entorno, cuando realizamos la visita a su interior, comprobamos que cumple perfectamente con el uso e identifica perfectamente a su proyectista, un interior verdaderamente espectacular con un volumen ondulado que cumple a la perfección la actividad para el que ha sido diseñado.
El entorno exterior es agradable e invita al paseo , lo malo es que el tiempo no nos acompañaba
Después de unas excelentes explicaciones de su personal, realizamos una rápida visita a una pequeña parte de su fondo permanente y a una exposición de arte concreto, estuvimos viendo dos audiovisuales y dimos la visita por concluida por esta ocasión, para trasladarnos a Huesca y tomarnos unas tapas pues llegaba la hora del almuerzo.
Paseamos por el tubo de Huesca hasta llegar al Bar Da Vinci donde nos sentamos y tapeamos de lo lindo, unas tapas y raciones excelentes con unas cañas bien tiradas. Servicio rápido, buen producto y precio ajustado.
Termina nuestro fin de semana después de dar un buen paseo por el centro de Huesca, tomando un café en la Granja Anita, un icono de las cafeterías y gastronomía de Huesca, leemos la prensa del día y nos preparamos para volver a casa.
Compartiendo esta lata con vosotros, después de este paseo por la Hoya de Huesca os dejamos con un tema de un concierto al que acudimos esta semana pasada de la gran cantante portuguesa Ana Moura, seguro que os encanta este fado bailado. El concierto fue intenso y cercano con muchos fados, enamoró al publico con su voz y vitalidad, es una de las grandes voces de Portugal y eso se nota nada más que la escuchas y sobretodo en directo. Buen fin de semana y acordaros de ser felices.
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