Nuestras recetas nacen algunas veces de la imaginación, otras veces de recetas que hemos visto o probado y que las intentamos adaptar a nuestra cocina, y otras veces digamos que proceden de la necesidad, de llegar a casa mirar nuestro frigorífico y despensa y decidir rápidamente que nos apetecería comer o cenar con los ingredientes de que disponemos.
En esta ocasión hacia mucho tiempo que no preparábamos un risotto y viendo de lo que disponíamos en casa pensamos en algo vegetal con alguna conserva, las recetas hechas con cariño salen normalmente bien, y teníamos unos ingredientes que creíamos muy apropiados para combinar para esta receta.
En este plato italiano la combinación debe quedar suave y que los sabores de sus elementos pasen por nuestro paladar sin que haya ninguno que sobresalga del otro, que todo lo podamos distinguir sin que ninguno de ellos resalte en exceso.
Siempre tenemos que tener en cuenta que el risotto es un plato lento y delicado que se va haciendo poco a poco, donde los sabores van creciendo a medida que se va terminando el plato y que los comensales deben admirar el resultado del sabor final.
La cebolla con el calabacín y los tomates dan mucha suavidad, las anchoas aportan un poco de fuerza pero ligera y el queso da el toque final a nuestra receta siendo cuidadosos en no aportarlo en demasía, lo que haría nuestro plato excesivamente fuerte.
El arroz es el gran protagonista quedándose muy cremoso y adquiriendo el sabor de los ingredientes que incorporamos, el toque final lo damos con una pizca de nuez moscada y unos toques de ralladura de limón. Importante también emplear la mantequilla para suavizar el pochado de las verduras.
Este plato lo tomaremos con un vino rosado suave del Valle del Cinca con uvas Syrah, Tempranillo y Cabernet Sauvignon, un vino joven afrutado y que consideramos muy apropiado para tomar con este risotto.
La cebolla con el calabacín y los tomates dan mucha suavidad, las anchoas aportan un poco de fuerza pero ligera y el queso da el toque final a nuestra receta siendo cuidadosos en no aportarlo en demasía, lo que haría nuestro plato excesivamente fuerte.
El arroz es el gran protagonista quedándose muy cremoso y adquiriendo el sabor de los ingredientes que incorporamos, el toque final lo damos con una pizca de nuez moscada y unos toques de ralladura de limón. Importante también emplear la mantequilla para suavizar el pochado de las verduras.
Este plato lo tomaremos con un vino rosado suave del Valle del Cinca con uvas Syrah, Tempranillo y Cabernet Sauvignon, un vino joven afrutado y que consideramos muy apropiado para tomar con este risotto.
INGREDIENTES:
250 Gr. arroz tipo arborio
1/2 Cebolla
5 Filetes de anchoas en aceite de oliva
1 Calabacín
2 Tomates
1 Limón
Mantequilla
Caldo vegetal
Queso Parmigiano Reggiano
Sal
Pimienta
Nuez moscada
PREPARACION:
En una cazuela con un poco de mantequilla pocharemos la media cebolla cortada fina, cuando esté medio dorada, añadiremos el calabacín y los tomates cortados en trozos pequeños y lo sofreiremos durante cinco o seis minutos.
Añadiremos los filetes de anchoas que se irán disolviendo en nuestra verduras, sofreiremos el arroz durante dos o tres minutos y ya lo tenemos listo para empezar cocer.
Iremos añadiendo el caldo vegetal poco a poco a medida que el arroz nos lo pida y removeremos despacio. Casi al final añadiremos un poco de nuez moscada y controlaremos si es necesario añadir sal al plato, teniendo mucho cuidado porque se habrá añadido el toque de sal de las anchoas. Añadiremos un poco de pimienta negra recién molida.
Al final de la cocción ya con el fuego apagado añadiremos una nuez de mantequilla y el queso Parmiggiano recién rallado y rallaremos un poco de la corteza de limón para darle un toque muy suave cítrico.
Dejaremos reposar dos o tres minutos el arroz y ya estará listo para servir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario