Ya han empezado los primeros días fríos y en estas ocasiones lo que empieza a apetecer son los platos de cuchara y vamos a empezar por uno de ellos inspirado en una receta del famoso cocinero Carmelo Bosque, propietario del Lillas Pastia y de La Granada, hemos adaptado su receta a nuestras conservas y la hemos variado un poco para darle nuestro toque.
En principio nos planteábamos realizar esa receta con todos los alimentos de nuestra tierra, hemos elegido como legumbre unos boliches del Pilar muy típicos de esta tierra, unas sardinas en salmuera preparadas por Salazonera Aragonesa en Albalate y así con todos los ingredientes, menos las piparras que por supuesto las tenemos de Ibarra (Guipuzcoa) que para nosotros son las mejores.
Esta receta permite saborear los boliches a todos, incluidos a aquellos que no quieran mezclarlos con las sardinas y las piparras, ya que los prepararemos ellos solos con su cocción muy sencilla.
Tomaremos con estos boliches también un vino de la tierra, un tinto crianza de uva garnacha de la denominación de origen Cariñena, un vino profundo, agradable y afrutado, maduro y equilibrado, perfecto para este tipo de platos que requieren un vino con una identidad muy señalada.
INGREDIENTES:
500 Gr. Boliches del Pilar
8 Sardinas en salmuera en aceite de oliva de Albalate del Arzobispo
1 Cabeza de ajos de Tierga
3 Hojas de laurel de nuestro jardín
Aceite de oliva virgen extra de Alcañiz
Vinagre de vino de Cariñena
Perejil fresco de nuestro jardín
Harina de Tardienta
1 Huevo de Monegrillo
8 Piparras de Ibarra
PREPARACION:
Los boliches los pondremos en agua templada durante doce horas antes de empezar a cocinarlos. Una vez pasado este tiempo los escurriremos y los pondremos al fuego en una olla con agua con una cabeza de ajos que habremos cortado un poco toda ella por la parte final y tres hojas de laurel. Añadiremos un poco de sal pero no mucha ya que las sardinas ya tienen algo de ella. Cuando empiece a hervir el agua cortaremos la cocción con agua fría. Dejaremos a fuego lento aproximadamente una hora hasta que los boliches estén cocidos y no pierdan su piel, por lo cual deberemos vigilar cuidadosamente esta cocción. Cuando estén hechos los reservaremos con parte de su caldo y la cabeza de ajos.
Nosotros hemos empleado agua del Pirineo ya que el agua de Zaragoza es demasiado dura y no ayuda en nada en la cocción de las legumbres.
Las sardinas bien escurridas de su aceite las enharinaremos y las pasaremos por huevo batido y las freiremos suavemente con aceite de oliva virgen extra.
Prepararemos un majado con dos de los dientes de ajo cocidos, un poco de aceite de oliva virgen extra, un chorrito de vinagre de vino de Cariñena y perejil fresco.
Presentaremos el plato con los boliches añadiendo un poco de caldo de la cocción, dos sardinas rebozadas y una piparra y por encima unas gotitas del majado que hemos preparado.
Terminaremos el plato con un poco de aceite de oliva virgen extra por encima.
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