jueves, 3 de marzo de 2016

LA LATA DEL JUEVES - 51









































Este jueves volvemos después de las primeras cincuenta latas a nuestros orígenes y os presentamos unas buenísimas caballitas en aceite de oliva de Minor - Conserveira de Lisboa, esta marca que todavía no habíamos nombrado en nuestros jueves pertenece a la empresa que si ya habíamos hablado de ella, nos enamoró ya hace unos años y fue una de las razones que hizo que nos decidiéramos a abrir nuestro blog después de un viaje precioso a Lisboa.

Hablar de Conserveira de Lisboa es hablar de tradición, calidad, cariño y sobretodo mucho amor por las conservas, miman el producto hasta su ultimo momento que es cuando envuelven nuestros paquetes, el cliente en su tienda se siente como transportado a una tienda de principios de siglo XX pero con la calidad de nuestros días.

Me encanta cada vez que vuelvo a Lisboa volver a esta tienda y a la nueva que abrieron en el mercado de Ribeira y mirar estas maravillosas latas y elegir aquellas que más me gustan de sus marcas Tricana, Minor y Prata do Mar. Desde 1930 llevan produciendo estas fantásticas conservas y el trato que dan a cada cliente es especial, algo difícil de explicar.


















































La otra razón más importante que nos lanzó a abrir nuestro blog fue el amor por la cocina que aprendí de mi padre y mi madre. Mi padre que considero que fue un gran cocinero aficionado, me enseño la intuición y la valentía en la cocina, la manera de comprar y elegir los ingredientes, los grandes platos para las mejores celebraciones donde el número de personas no importaba pero si la calidad del resultado de las recetas en la mesa y lo importante que es que en la mesa las personas disfrutaran de estos platos lo que les hacía ser un poco más felices.

Mi madre para mi es la mejor cocinera por supuesto y hasta hace muy pocos años con mucha edad  seguía cocinando. Es la maestra del plato de cuchara y de preparación larga donde las prisas no valen, y lo importante es el resultado. Hay platos que cuando los comía se me saltaban las lagrimas; esa fritada con su tiempo justo de cocción de todos sus ingredientes y su sabor único, ese rollo de patata con bonito y tomate casero que tomábamos los domingos que enrrollaba con sus trapos blancos de algodón, esa babilla de ternera con setas y salsa que te untabas con pan hasta la última gota, etc. Mi madre cocinaba todos los días, dándole a la palabra cocinar todo su significado, los días entre semana sus platos tenían el mismo amor, cariño y sabor que los festivos , y eso la hace única.

Los dos me inculcaron mi amor por la gastronomía y por la cocina bien hecha, hicieron que naciera en mi el gusto por cocinar para después disfrutar estas recetas con mi familia y amigos, lo que ellos consideraban más importante.

Hoy hago un recuerdo para ellos, mi padre que ya falleció y mi madre con muchos años pero que sigue luchando por vivir y les doy mi homenaje y las gracias en estas palabras , porque mucho de lo que aprendí se lo debo a ellos.

Por último queríamos recordar aquel viaje a Lisboa y recomendar a todos los que nos leen que esta ciudad no puede faltar en vuestros viajes, quienes todavía no la conocéis, cuando volváis de allí,  llegareis a amarla como nosotros, una ciudad fácil con unas personas maravillosas que viven en ella, un excelente sitio para vivir.



































Pasad un buen fin de semana y acordaros de ser felices es lo más importante, os dejo una gran canción de un gran músico de unos grandes años, disfrutarla.




No hay comentarios:

Publicar un comentario