Este jueves os presentamos una conserva muy elaborada y de un sabor espectacular, pastel de bonito trufado de Conservas Remo, una conservera asturiana ubicada en Gijón y que proviene de Candás, puerto pesquero por excelencia de Asturias. Los productos de esta empresa son de una muy alta calidad, teniendo como principales, el bonito, productos de las rías, platos cocinados y elaborados de selección como este que presentamos, también produce sardinas, sardinillas, anchoas, etc.
Su producción es artesanal con productos de primera calidad adquiridos en la lonja y con un compromiso de elegir el pescado más fresco, sin utilizar en ningún caso ni aditivos ni conservantes, manteniendo el sabor tradicional de las conservas de siempre.Una parte muy importante de su producción la basa en productos de la huerta de Asturias como las fabas y otras verduras que en algunos casos se combinan con pescados y mariscos.
Mientras degustamos con vosotros este fabuloso pastel de bonito queríamos hoy recordar los puertos pesqueros y sus lonjas o pósitos, lugares tan bonitos que hemos recorrido en muchísimas ocasiones y que nos traen recuerdos de nuestra infancia.
Este verano recorrimos algunos puertos pesqueros en puntos opuestos de España, Guetaria, Lekeitio, Vilanova y la Geltru, etc. y vimos los barcos pesqueros con sus artes de pesca, sorprendimos a la gente del mar reparando las redes y nos paramos a descansar en algún bar de esos que hay en su interior y donde se puede tapear unos estupendos platos de diferentes pescados y mariscos muy frescos.
La tradición marinera de los puertos pesqueros invita a pasear y admirar los bonitos barcos allí amarrados. Además podemos ver según el horario distintas actividades: los marineros preparando sus aparejos y reparando sus redes, la carga de las cajas vacías de pescado y el hielo para mantener el pescado en las debidas condiciones, la descarga de las cajas llenas de pescado camino a la lonja, etc.
Compartiendo esta lata de este jueves nos gustaría hablar de las lonjas de pescado, esos almacenes donde se almacenan las cajas de pescado y marisco listas para su venta. Cada día están más vetadas al público en general y solamente se admite la entrada a los compradores profesionales, que a través de subastas a la holandesa, que parten de un alto precio que es rebajado hasta que algún participante acepte el precio del subastador, el participante ganador paga el último precio anunciado. Cuando era un niño iba a muchas de ellas y me encantaría poder seguir entrando en estas lonjas pero entiendo que con los años quizás había demasiadas personas de publico y llegaban a molestar e interrumpir en algunos casos las subastas.
Os animamos que en vuestros viajes visitéis los puertos pesqueros y si es posible si están abiertas para el público y con mucha educación y respeto paséis por sus lonjas, por supuesto sin molestar y dejando trabajar a las personas que se ganan su medio de vida allí, para mi es toda una experiencia que seguro que tardareis mucho tiempo en olvidar.
Compartiendo esta lata con vosotros y después de este recorrido por estos puertos pesqueros y sus lonjas, que os recomendamos que visitéis, deseamos que paséis un buen fin de semana y sobretodo acordaros de ser felices, os dejamos una habanera que son canciones muy apropiadas al tema que hemos comentado hoy, esperamos os guste.
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