jueves, 14 de abril de 2016

LA LATA DEL JUEVES - 55









































Este jueves os presentamos desde Povoa de Varzim (Portugal) unas estupendas sardinas portuguesas sin piel ni espina en salsa de tomate de Conservas Cego do Maio, una conservera donde prima la calidad de sus productos y el diseño de su envoltorio, emplea productos frescos que viene directos desde la lonja, sin utilizar conservantes ni colorantes, empleando métodos tradicionales y artesanales.

Esta conservera hay que tomarla muy en cuenta por la gran variedad de sus productos y la calidad en su resultado final consiguiendo unas conservas para los paladares más exigentes.

Compartiendo esta lata con vosotros, aprovechamos que ya llega el tiempo de primavera, los días son más largos, el tiempo es más agradable y apetece más salir de casa para ir de excursión, y esta vez vamos hasta el Moncayo, que con sus 2314m, es la máxima cumbre del Sistema Ibérico y uno de los picos relevantes más cercanos a Zaragoza.

Compartiendo estas sardinas con vosotros, acompañadas de una cerveza o una copa de un buen vino, os contamos que dicen que esta montaña tiene algo de mágico, pues son muchas las leyendas inspiradas en sus bosques y rincones, y muchos los poetas y novelistas que se inspiraron en sus parajes al escribir sus obras, desde Becquer a Machado. Si hay un lugar en Aragón cargado de leyenda, magia y misterio, ese es el Moncayo… 



















¿No ves Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco;
dame tu mano. Y paseemos.





Compartiendo esta lata con vosotros, paseando esta vez por los bosques y caminos de esta montaña mágica, respirando aire puro y limpio, contemplando la naturaleza en su máximo esplendor, os animamos a que os escapéis cuando podáis a hacer esto mismo, a descubrir o redescubrir parajes cercanos a la ciudad, pero que nos dejan evadirnos de ella por un rato y disfrutar de la madre naturaleza. En este caso, para los que viváis en Zaragoza, tenemos el Moncayo a poco más de una hora, y seguro que cerca de todas las ciudades hay reductos naturales por descubrir.

Terminando con estas sardinas, haciendo un descanso de nuestra excursión, en un claro del bosque, nos despedimos de vosotros con una canción perfecta para este momento, en el que lo que queremos es escuchar el sonido del silencio. Que tengáis un buen fin de semana y no os olvidéis de ser felices.




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